martes, 3 de marzo de 2009

Buena prueba de fidelidad....

Un serbio de 42 años decidió castrarse como prueba de fidelidad hacia su esposa, la cual resultaba ser muy celosa. Este señor se dedicaba a castrar animales y por tal razón pensó que se podía realizar la operación él mismo pero al comenzar a sangrar abundantemente le pidió a su esposa que lo llevara al hospital. Afortunadamente al llegar al hospital detuvieron el sangrado y le dijeron que la operación hecha a sí mismo fue todo un éxito y hoy en día se encuentra estable y fuera de peligro.

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